A diferencia de su Dallara SF19 en Super Fórmula Japonesa, las autos de la IndyCar no tienen dirección asistida, lo que hace que su conducción sea especialmente exigente desde el punto de vista físico.

Con el apoyo de JR Hildebrand, veterano piloto de la Indycar y quién  estuvo en las 500 millas de Indianápolis de este año con la misma escuadra, y gracias al buen trabajo del resto del equipo, Tatiana pudo completar 87 vueltas a lo largo del día, más del equivalente a la distancia de una carrera, con el compuesto más duro de neumáticos Firestone, proveedor oficial de la categoría. 

Tatiana quedó satisfecha con su trabajo durante el día y además dejó una gran impresión en todo el equipo.

Tatiana Calderón: «Estoy muy contenta  luego de mi primera experiencia en un IndyCar. El equipo hizo un gran trabajo para prepararme y acelerar mi aprendizaje; fuimos paso a paso, cada vez que salíamos a pista mejorábamos, y creo que el tiempo de vuelta al final fue bastante bueno. Disfruté la potencia del auto y la capacidad de frenado, también el Aeroscreen ha sido otra experiencia nueva para mí aunque estoy familiarizada con autos con la cabina cerrada. Quiero dar las gracias a ROKiT y a AJ Foyt Racing por un día fantástico. Veremos qué nos depara el futuro».

 Tatiana vuelve a centrarse ahora en su campaña en el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA con el equipo Richard Mille Racing, que continúa en Monza del 16 al 18 de julio.

Prensa FCAD