Este desafío era totalmente nuevo para este grupo de valientes colombianos que llegaban a la Carrera Panamericana con un objetivo claro: “aprender”, pues para entonces este deporte apenas daba sus primeros pasos en Colombia, con la sola experiencia del primer Circuito Central Colombiano corrido en 1949 y un año después dar este salto tan alto, donde se enfrentarían con pilotos y autos de países con mucha tradición, en verdad era un reto importante, era la forma de aprender y fortalecer nuestro deporte a motor que despertaba tímidamente, pero dando este salto acortábamos distancias con países suramericanos como Perú, Bolivia y Ecuador, pues Argentina ya manejaba un alto nivel, apenas comparable con cualquier país del viejo continente. Uruguay con su cercanía con Argentina se veía beneficiado, en tanto que Brasil despertaba a pasos gigantes con su campeonato local, mientras que Venezuela, un país petrolero, contaba con un puñado de pilotos que ingresaban en este mundo del motor con la adquisición de juguetes muy finos y costosos.

Dentro de los 132 autos inscritos para la esperada carrera, había pilotos de Italia, Francia, España, USA, México, Venezuela, Perú, Guatemala y Colombia. Un grupo muy pequeño llegó de Europa con la escuadra Alfa Romeo con los 6C, al mando sus destacados pilotos italianos Piero Taruffi y Felices Bonetto y los franceses  Jean Trevoux (ganador del Rally de Montecarlo en 1934, 1939 y 1949 en autos Hotchkiss), quien participó a bordo de un auto Delahaye 175 S modelo 1950 junto con su compatriota André Mariotti, de resto eran autos americanos directamente de fábrica y pilotos muy importantes de Estados Unidos.

La I Carrera Panamericana se celebró del 5 al 10 de mayo de 1950, aprovechando los feriados del 5 (cuando se celebra la Batalla de Puebla de 1862), y del 10 (Día de la Madre). El recorrido fue de poco más de 3.300 km divididos en 9 etapas, de las cuales 5 ganó el equipo CADILLAC, 2 el equipo europeo ALFA ROMEO, 1 el vehículo PACKARD del equipo mexicano, y una la marca oficial LINCOLN.

Los accidentes no se hicieron esperar y el público llevó la peor parte con 4 personas fallecidas y el copiloto peruano Jesús Reyes. Fue una carrera casi local entre pilotos americanos y mexicanos, pero muy meritoria para el equipo colombiano con una brillante actuación del bogotano Arcesio Paz y su copiloto Julián Godina con un sorprendente 17° puesto en la general, siendo el mejor latino no mexicano. Los hermanos Marín, Samuel y Arturo, de Pereira terminaron con su FORD en un meritorio 29° puesto, y Juan Riu y su esposa fueron 33°, desafortunadamente el Mercury de Gabriel Herrera se retiró por desperfectos mecánicos y no terminó la carrera. De los 132 autos que tomaron la partida terminaron 47, tres de los colombianos, definitivamente una meritoria presentación.                                                                                                                                   

CARRERA PANAMERICANA MÉXICO 1951                                                        

 En esta segunda versión de la Carrera Panamericana por Colombia se inscribió  Arcesio Paz / Julián Godina, ya no en el MERCURY con el que ocuparon el destacado 17° puesto en la general del año anterior, en esta oportunidad con un OLDSMOBILE 88 marcado con el N° 59, con el que pretendían mejorar su destacada actuación del año anterior, un auto similar al vencedor del año anterior, desafortunadamente la suerte no les ayudó; pues iniciando la carrera un accidente en una curva, por fortuna sin consecuencias para la tripulación, dejó su auto inservible y así murió la ilusión de este gran volante y de Colombia, pues la atención estaba puesta en ellos.

En 1951 el recorrido fue de 3.371 km y se inscribieron 93 autos. El gran invitado fue FERRARI con su modelo 112 berlinita, dos grandes volantes de la F-1 los Italianos Pietro Taruffi y Alberto Áscari, quienes finalmente dominarían la prueba con el 1-2. De las 8 etapas la dupla de Ferrari gano 5, duro golpe para las casas automotrices americana, un triunfo que abrió el camino de los europeos por esta gran y exigente carrera, de la que día a día se comentaba más en el viejo continente de tal manera que para el siguiente año ingresó la casa Germana Mercedes Benz, muy interesados en el mercado automotriz de México y Sur América.

Para 1952, la tercera edición de La Carrera Panamericana ya se había convertido en un evento legendario que se comparaba con los mejores rallys del mundo automotriz como el Targa Florio y la Mille Miglia de Italia, y las 24 Horas de Le Mans en Francia. Durante aquel año varios de los fabricantes automotrices como Lincoln, Mercedes, Alfa Romeo, Porsche y VW enviaron equipos completos para competir en el evento. Por su parte, las compañías americanas estuvieron presionando a los organizadores para crear una nueva categoría que incluyera a sus autos argumentando que la competencia habría de ser más justa.

Así, durante esta edición, se abrió la categoría Sport para los autos pequeños deportivos de dos asientos y la categoría Turismo Estándar para autos de producción de cuatro asientos, autos que tuvieran una producción de más de 5,000 unidades al año y que fueran construidos entre 1949 y 1952. A los autos de producción les fue permitido efectuar modificaciones en los amortiguadores, la suspensión, las ruedas, las llantas, el asiento trasero y el tanque de gasolina. La ruta no fue modificada en esta edición, pero sí se eliminó el día de descanso por lo que los pilotos tuvieron que manejar durante cinco días consecutivos, lo que representó un esfuerzo adicional. En esta ocasión no participó ningún colombiano, pero regresaron en el 53.

CARRERA PANAMERICANA MEXICO 1953

Para 1953 la Carrera Panamericana era de las más importantes en el mundo a motor y es así como dos jóvenes emprendedores, soñadores y aventureros se lanzan a su conquista. Se trata del “muchacho colombiano” que deslumbró como novato y se llevó el título del 2° Circuito Central Colombiano en 1952,  ese joven mecánico que tenía su taller en un barrio de Bogotá en el que él mismo preparaba su famoso CHRYSLER SPECIAL. Hablamos del legendario Luis Rafael “GANSO” Garzón y el otro, William Griebling, un norteamericano de 25 años nacido en Ohio, piloto y técnico de aviación que llegó a Medellín en 1946 contratado por la empresa de aviación colombiana SAM (Sociedad Aeronáutica de Medellín) como jefe de motores.